El quebrantahuesos
El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) o frangüesu en asturiano, es el último eslabón del ecosistema de las montañas cantábricas y, en particular, de los Picos de Europa.
Su nombre viene de su alimentación: los huesos. Prefiere los de oveja o cabra, aunque si no hay otra cosa, no le hace ascos a los huesos de otros animales que se pueda encontrar. Eso sí, preferiblemente sin piel y sin pelo, ya que son incapaces de digerirlos y se ven obligados a regurgitarlos en el mejor de los casos. En el peor, pueden enfermar y tener complicaciones a nivel digestivo.
En Asturias siempre tuvimos quebrantahuesos, hasta que el veneno de los alimañeros y el furtivismo acabaron con los últimos ejemplares, allá por la década de los 50. Pero tengo buenas noticias, ¡han vuelto! ¡y para quedarse!
Desde hace una década se desarrolla en el Parque Nacional de Picos de Europa el Proyecto Life+ 'Red Quebrantahuesos' con polluelos traídos desde el Pirineo aragonés. Estos ejemplares proceden de huevos rescatados de nidos de los que, con toda seguridad y tras años de estudios, acabarían cayendo al vacío sin llegar a eclosionar. El cuerpo de montaña de la Guardia Civil, es el responsable de semejante labor.
Son incubados en el centro de cría del quebrantahuesos de Zaragoza donde, tras eclosionar, son alimentados mediante señuelos. Es fundamental para su posterior liberación que no tengan ningún tipo de contacto con los seres humanos y que no "olviden" que son quebrantahuesos. Por eso cuando alcanzan un tamaño considerable son llevados de nuevo al Pirineo, donde desde los jaulones observan como otros quebrantahuesos y demás especies se alimentan en comederos habilitados para tal fin.
Y ya, por último llegan a la montaña de Covadonga, por fin. Pero lo hacen en un momento de su vida determinado: termorregulan, son autónomos para comer, pero aún no vuelan, aunque están a punto.
¿Por qué se hace así? Pues porque cuando el quebrantahuesos realiza su primer vuelo hace un barrido del territorio, algo así como una radiografía, y establece un lazo de unión con la zona que nunca abandonará. Son filopátricos.
Pero una vez liberados estos polluelos... ¡tardan siete años en ser sexualmente maduros! Y es por esta razón que en los últimos años se ha probado el éxito de este proyecto de reintroducción de la especie: ya hay varias parejas reproductoras y al menos tres pollos nacidos en libertad.
Por aquí un enlace relacionado con la historia que os acabamos de contar: El increíble viaje del huevo del quebrantahuesos
Estad atentos a las aves que sobrevuelan vuestros cielos, quién sabe si no los surcará alguno de estos quebrantahuesos.
¡Hasta la próxima!
Comentarios
Publicar un comentario